miércoles, 18 de diciembre de 2019

siwatatayota

metstona inechka ateno, se tlakatl onehnemi, iwinti iwan moyolpachontok.
kimonextilihki se nelkwahkwaltsin ichpokatsin ken se xochitl nesiyaya yehyektsin, ni tlakatl axkineltokayaya ka kiitayaya ichpokatsin. ni ichpokatsin kiyolwihwikak iwintikatlakatl, yon amo kitmatki kenihki yahki iwan ichpokatl. nechka ateno mopepesohkeh iwan keman itstoyan sansehko nopa ichpokatsin motsontekokwepki ken se kawayo. nopa tlakatl mowiwitilihki.
naman nopa tlakatl nochipa wiwititinemi.

viernes, 13 de diciembre de 2019

varshava

me mudaré varsovia.
le gritaré al viento
y abrazaré la niebla.

me mudaré a varsovia.
à procurar mi olvido,
à huir de esta miseria.

me mudaré a varsovia.
no me sigan los recuerdos
ni me rueguen con su llanto.

me mudaré a varsovia.
allá,
dónde no estás tú.

sábado, 6 de mayo de 2017

Sidhartha


Sidhartha vivó toda una vida en esas escaleras del metro universidad, alado de las mismas criaturas repugnantes. 
Delante: Un anciano, que era mas bien asqueroso, despedia un hedor a tristesa.
Detrás: Dos ancianas que no hacian mas que robar su aire, el aire de sidhartha. Ellas no quisieron ir a otras escaleras donde un monoso pedia monedas como cobrando por la entrada a un camino, que pese a estar en ruinas unia las imperfecciones para hacer algo armonico. 
Aquel monosos no reprecentaba una amenaza, mas bien dislumbraba un aura de pena, como si rogara por su muerte, y deseara evitarla al mismo tiempo. Aún así las ladrornas del aire de sidhartha hicieron un gesto de desaprobación cual seres superiores. Pero no eran superiores.
Sidhartha paso a la izquierda del repugnante anciano apresurando el paso. Llegó al final de las escaleras antes que todos, exepto de la anciana que odiaba la vida. Ella no recibió a sidhartha, sino que lo dejó pasar sin darle importancia quedandose a esperar al anciano repugnante que hedia a tristesa, pero aquel reencuentro no fue bello.
 No había nadie que recibiera a sidhartha.
Todos en esas escaleras eran ancianos. 
Despues sidhartha bajó al infierno.

Esa noche, al llegar a casa, el cuerpo de sidhartha era inmundo y su vestido era inmundo y su aura era inmunda, pues habia hestado en el infierno, habia renacido en el infierna, pero el infierno no era inmundo, el infierno era bello. Pero estaba habitado por creaturas horribles hedientas a ignorancia. Y cuyas arrugas no habian acumulado sabiduria, sino inmundicia. Y ahora transmitian a sidhartha su dolor y a sidhartha lo hicieron inmundo.Sidhartha no podia permitir semejante ignominia,  así que sidhartha tomo un baño y fue limpio y vistió limpio y su aura fue limpia.
Despues sidhartha escribió esto en un teclado que babeaba sus dedos mientras el techo goteaba.  La habitación también respira, pero no al ridmo de sidhartha.
Nada de eso importaba por que sidhartha era limpio.

Una vez que sidhartha estubo satisfecho con lo que habia escrito, guardó el archivo.

viernes, 11 de noviembre de 2016

el rey del mundo

después de haber asesinado à su esposa, mauricio ferrara salió à dar un paseo nocturno como cada viernes; esta vez la caminata se extendería más de lo habitual.
el abrigo que le había regalado su esposa por su cuarto aniversario en aquel viaje à parís, se encontraba en la sala, sobre su sillón favorito, olvidado, talvez à propósito como precaución por si alguien notaba esas salpicaduras de sangre apenas perceptibles en la oscura prenda.
el frío no lo detuvo.
había caminado por media hora desde el punto de retorno que usaba en su ruta cuando se detuvo en un pequeño establecimiento que estaba à punto de cerrar, compro un encendedor y un bolígrafo, tal parece que no había perdido aquel mal hábito de fumar,  luego de pagar con cambio exacto se marchó sin decir nada mientras sacaba un cigarrillo, era el último de la caja y el quinto de la noche. este hombre es, hasta donde sabemos, el último que vio con vida à ferrara. Y digo con vida, por que esta mañana encontramos su cuerpo en la construcción de un edificio en obra negra cerca del centro, al parecer lleva ahí mas de cuarenta y ocho horas. si me preguntan à mi él murió esa misma noche. talvez murió antes de salir de casa, cuando su esposa dejó de respirar, en el momento en que la sangre salpicó sobre su cuerpo, o talvez murió cuando se dio cuenta de lo que había hecho.
entre sus pertenencias se encontraron unas monedas, el encendedor y el bolígrafo que había comprado y una nota que decía: «soy el rey del mundo».

domingo, 6 de noviembre de 2016

del cielo me llegó una carta, firmaba algún divino remitente:
«ya no me molestes que eres un caso perdido. deja de culparme de tus fracasos, tampoco es que me empeñe en hacerte miserable, tú ya eres desagraciado
¿acaso no te has dado cuenta?: al universo le vales verga»

miércoles, 19 de octubre de 2016

agonía

érase una criatura nocturna                   
à una dieta de licor y tabaco                  
que con una náusea pesimista                  
aquel existir fuera censurado 

lunes, 17 de octubre de 2016

platicaspateticas. Con la tecnología de Blogger.